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Se cumplen 134 años del primer periódico de Diamante

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De acuerdo a la recopilación extraordinaria del Historiador diamantino, don Ricardo Brumatti, hoy se cumplen 134 años de la aparición del primer periódico de nuestra ciudad.

Quienes hoy tomamos la posta de informar a la ciudadanía de lo que acontece diariamente en nuestra ciudad, debemos homenajear a aquellos pioneros que con esfuerzo han hecho este presente.

No existían las computadoras, ni internet donde basarse para lograr obtener información, ni ninguno de los medios con que se cuentan actualmente, eso los engrandece y nos llena de orgullo, máxime cuando nuestro apellido figura en ello, aunque desconocemos cualquier tipo de parentesco, de poder continuar con la tarea que ellos comenzaron.

Don Ricardo Brumatti nos recuerda este hecho histórico de la siguiente manera:

6 de marzo
1889 – APARECE EL PRIMER PERIODICO DE DIAMANTE: “EL OBRERO”

Un trabajo de Ricardo César Brumatti

Diamante vivió en la década 1885/1895 una de sus etapas de mayor progreso. Las grandes cosechas permitían que las casas comerciales operaran con grandes ganancias, lo que se volcaba hacia el resto de la comunidad, funcionaba a pleno la Corporación Municipal, desde 1885 se había creado el Honorable Concejo Deliberante, aunque los problemas políticos daban que hablar a los dos grupos opositores en que se habían dividido los habitantes; dos clubes sociales –la Sociedad Recreativa Concordia y el Club Social Diamante – reunían a las más caracterizadas familias diamantinas, la Biblioteca Popular era el centro cultural, la Sociedad de Beneficencia y la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos ya se estaban organizando y prestando sus primeros servicios, la instalación de la Escuela Naval, aunque por poco tiempo, revolucionó el pueblo, pero faltaba un elemento que curiosamente había demorado su aparición en una población tan progresista, como ya había sucedido con otras villas y ciudades de la zona: un periódico.

Puede ser una imagen en blanco y negro de una o varias personas

 

Para que esto sucediera se necesitó la unión de dos personalidades, cada uno en un aspecto diferente: el escribano Miguel Mascaró y el imprentero Eleodoro Damián Martínez de Mendivil. De ellos, creo que corresponde hacer una breve reseña de sus vidas para mostrar a los artífices de este medio.

Mascaró, un hombre nacido en Concordia, donde contrajo matrimonio con Magdalena Siví, nacida en el Uruguay. Realizó sus estudios que le permitieron alcanzar el título de Escribano.

Durante 1888, el gobierno provincial decretó la creación de una Escribanía de Número en Diamante, debido a que se había tornado en una necesidad por los grandes conflictos que se presentaban con los registros, principalmente de tierras, en que intervenían según el caso, las autoridades provinciales, el Juez de Paz o a veces las autoridades municipales, dando lugar a quejas o inexactitudes.

Se buscó quién podía ocupar la titularidad de la Escribanía, que fue designada como Nº 26, comunicándose el 24 de abril a Mascaró, que continuaba residiendo en Concordia, que había sido el elegido, lo que lo convirtió en el primer Escribano que prestó servicios en Diamante.
La llegada de Mascaró a nuestro pueblo no pudo ser más auspicioso, inmediatamente no sólo se integró a su círculo social, sino además su gran preparación lo llevó a ser invitado a participar en política, inclinación que seguramente traía de su lugar de origen.
Durante 1889 dirigió al primer periódico local: "El Obrero".
Además, por renuncia del Jefe de la Oficina del Registro Civil, don Ulises Ramírez, fue designado para ocupar el cargo a principios de octubre del año siguiente, el que desempeñaría hasta junio de 1890, en que asumió Nereo Melo.
A partir de allí realizó una brillante carrera política, que comenzó al ser elegido en enero de 1892 como Concejal y Presidente del H.C.D. En 1896 fue designado Jefe de Policía del Departamento, en 1899 Diputado Provincial por el Dpto. Diamante y miembro ese mismo año de la comisión de edificación escolar local, en 1903 Vocal del Consejo Escolar, Presidente Municipal en los años 1904 y 1906 (las gestiones en ese cargo duraban dos años), en 1908 fue Senador Provincial y en 1910 Presidente del Consejo Escolar del Dpto.
La residencia familiar y de su estudio la tuvo en su histórica casona, que aún hoy sobrevive –aunque con grandes modificaciones y subdivisiones – en la esquina de calles España y 25 de Mayo.
Y ahora vamos con el hombre que posibilitó a Mascaró editar el periódico: el imprentero Eleodoro Damián Martínez de Mendivil. Originario de España, donde contrajo matrimonio con doña Ulpiana Maritorena, unión que dio inicialmente como fruto a los hijos Juanita Robustiana y José. Razones familiares lo llevaron a tomar la decisión de probar suerte en Argentina. Empezó trabajando unos meses en una imprenta en Buenos Aires, y luego –no tengo precisado cual fue el motivo que lo hizo elegir este destino- decidió venirse a Diamante. Acá instaló una imprenta, que fue donde vio la luz "El Obrero", siendo él además el Administrador del periódico.
Martínez de Mendivil residió en nuestro medio unos cinco años. En ese ínterin llegó buscándolo su mujer, que había quedado en España, primero llegó a Buenos Aires y de allí vino tras sus huellas hasta Diamante. Este reencuentro permitió que don Eleodoro rearme su vida familiar, pero además nació otro hijo y diamantino: Carlos Silvio Martínez.
Finalmente decidieron mudarse a la provincia de Córdoba, donde continuó trabajando en una imprenta en la cuál se editaba un periódico dirigido por un tal Formento. Las cosas no le fueron bien a este editor y como parte de las deudas que mantenía con Martínez, le dejó la propiedad del periódico.
Eleodoro quedó viudo y sintió tanto ese golpe de la vida que lo llevó a recluirse en una gran casona que tomó el nombre de su esposa fallecida y gran amor de su vida: “Doña Ulpiana”. Fue su hijo Carlos Silvio, el que joven aún se hizo cargo de los destinos del taller y continuó como imprentero y periodista. La resultante de esta historia aún sigue vigente: sus descendientes continúan editando “La Voz de San Justo”, el periódico de mayor tirada en la zona de San Francisco (Córdoba)
Y presentados los mentores, pasemos al momento en que nació “El Obrero”. El 14 de febrero de 1889, Mascaró presentó una solicitud a la Municipalidad, en la cual manifestaba instalar una prensa local y que permitiría editar un periódico bisemanal titulado "La Idea", proponiendo la publicación de las sesiones del Honorable Concejo Deliberante por el precio y condiciones que se fijaran. Esta proposición fue aprobada y se le otorgó $ 50 mensuales para la publicación de sesiones, decretos y ordenanzas, cantidad que fue aumentada al doble a los pocos días.
El primer número salió el 6 de marzo, y quién sabe cuál fue el motivo, pero seguramente por indicación de sus socios políticos, el título de la nueva publicación fue “El Obrero”, apareciendo los jueves y domingos, de carácter político y en sus editoriales se declaraba formar parte de las filas del partido Nacional, respondiendo a la política de Juárez Celman en el orden nacional y del Dr. Basavilbaso en el Provincial.
A los pocos números tuvieron una serie de problemas que les impidió salir con regularidad, pero en noviembre, nuevamente estaba en la calle llevando adelante el discurso del oficialismo diamantino.
En sus páginas coexistieron el tono combativo que signaban las actividades políticas de la época, las cortesías de las notas sociales, los versos de algún pretendido poeta, las noticias y edictos de rutina.